Zulemita Menem, tras recuperar el anillo: "Voy a estar agradecida toda la vida a la familia" del enfermero

 

La hija del expresidente aseguró que va a cumplir con el compromiso de recompensar económicamente a quienes le permitieron recuperar la pieza de oro y ónix, en este caso a la tía y madre del enfermero y a un primo, que es efectivo de la Policía Federal.

Zulemita Menem, la hija del expresidente Carlos Menem, dijo este viernes que va a estar "agradecida toda la vida" a la familia del enfermero por haberle restituido el anillo que pertenecía a su padre, fallecido el 14 de febrero último a los 90 años.

Además, aseguró que va a cumplir con el compromiso que asumió de recompensar económicamente a quienes le permitieron recuperar esa pieza de oro y ónix, en este caso a la tía y madre del enfermero y a un primo, que es efectivo de la Policía Federal.

"Me comprometí a ello y lo voy a cumplir. Hay que empezar por la persona que trajo la información, no como personal policial sino como primo de esa persona (el enfermero), quien aportó el primer dato. Era primo y casualmente policía", detalló.

Al retirarse de los tribunales porteños con el anillo de su padre colocado en uno de sus dedos, Zulemita dijo sobre el acusado: "No soy quien para juzgar a nadie, ojalá no lo vuelva a repetir porque es un chico joven y tiene toda la vida por delante".

La hija del expresidente dijo que espera "agradecerles personalmente" y "darles los que les corresponde" a los familiares y consideró que "hay una mamá que debe haber pasado un momento muy doloroso y lo importante es que tuvo el coraje de hacerlo y estos son los gestos que hay que destacar".
 

"Era como su talismán, una cosa que él sentía mucho, sobre todo porque yo me había ocupado de hacerle la réplica"


 

El anillo


Sobre el anillo, Zulemita contó la historia: "Mis abuelos cuando vinieron de Siria le regalaron a cada uno de sus hijos un anillo igual. Mi papá lo perdió y en un momento estaba muy triste, por lo que yo le pedí el anillo a mi tío Eduardo, que era igual, y le hice como una replica, a la que le fui poniendo el nombre de sus hijos".

"Se lo regalé a papá en ese momento y nunca se lo sacó. Era como su talismán, una cosa que él sentía mucho, sobre todo porque yo me había ocupado de hacerle la réplica. Mi papá era muy apegado a las cosas emocionales y afectivas", concluyó.

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