Un correntino está cerca de heredar la fortuna más disputada de la Argentina

Este viernes, la Justicia cordobesa formalizará la división de la sucesión de 225 millones de dólares del productor Manubens Calvet, muerto en 1981. Los detalles del reparto.
 


Tras 40 años de disputa legal, llega a su fin la pelea por la herencia más codiciada de Argentina, en la que un correntino participa del reparto de una fortuna de 225 millones de dólares.

El juez civil de la ciudad de Córdoba Carlos Bustos dividirá finalmente este viernes las numerosas propiedades del millonario Juan Feliciano Manubens Calveta un grupo de acreedores y familiares. La información fue confirmada por La Voz del Interior.

La historia

Juan Feliciano nació en Villa Dolores el 20 de octubre de 1904. Según los comentarios que trascendieron, decidió ser rico a los 14 años.

De su vida se sabe poco, pero sí que con dinero de su familia se lanzó a la aventura de comprar tierras. No mucho más allá de sus 25 años ya era "un fuerte productor agropecuario de la ciudad de Villa Dolores", como se relata en un diario local de la época.

No le bastó ser millonario, ya que luego pasó por el terreno de la política: diputado provincial y dos veces intendente de su ciudad. Ya en la mitad de su vida terrenal era el dueño de una de las mayores fortunas de América Latina.

Sus conocidos lo definían como un hombre frío, silencioso, implacable, hasta cruel. Obsesionado con el dinero. Vivió sus últimos días encadenado a la cama, acusado de reducir al estado de servidumbre a los peones de su estancia Pinas, en Cruz del Eje, en Córdoba.

Se dice que era estéril. Pero desde que murió, el 5 de marzo de 1981, aparecieron supuestos hijos que reclamaban ser los únicos herederos de su enorme fortuna.


El heredero correntino

Uno de los más conocidos es Manuel Maidana, un correntino que presentó un DNI con el apellido Manubens Calvet. Sin embargo, fue denunciado por falsificación de documento y condenado a tres años de prisión.

Poco años después, otro juez revirtió la sentencia y reconoció su identidad, en un trámite que tardó 18 años.

El documento en cuestión, sobre el que plantean la duda de legitimidad, sería un acta en la que Juan Feliciano Manubens Calvet reconoce ante un Juez de Paz de La Lomita de Lafinur, provincia de San Luis, que Manuel Antonio Maidana (hoy Manubens Calvet) es hijo suyo, extramatrimonial, con Julia Maidana.

"Creo que esto es el colmo del colmo. Ahora el fiscal de la causa me imputa haber falsificado el acta de Lafinur cuando yo tenía sólo seis años de edad y mientras vivía en los Esteros del Iberá, lugar de donde no salí hasta los nueve años", explicó en su momento.

También, en su momento, dijo que las acusaciones por las que prestó declaración en Córdoba "son falsas y lo quiero hacer saber porque jamás una criatura de seis años puede llegar a cometer semejante delito. La mentira, la infamia, la calumnia comenzó a caer por su propio peso", dijo antes que la Justicia lo reconociera como hijo del multimillonario.

Maidana con su madre

Manuel no fue el único en proclamarse hijo del terrateniente. En el 81, una mujer paraguaya llamada Dolores aseguró ser la única hija de Manubens Calvet.

Llegó a Argentina con el apoyo del dictador Alfredo Stroessner, acompañada por el martillero Jorge Norberto Olivero (esposo de la ex funcionaria de la AFI Silvia Majdalani); el obispo de Venado Tuerto, monseñor Mario Picchi; y un tal José Luis Cora, que alardeaba ser asesor del Vaticano y era en realidad el autor de toda la maniobra.

El desenlace: fueron acusados de estafadores y terminaron presos. Picchi tuvo prisión domiciliaria por su edad y a Olivero, que estuvo detenido en Devoto, el ex presidente Carlos Menem lo benefició conmutándole la pena en el último día de su mandato.



¿Quiénes son los que recibirán la herencia?

Según pudo reconstruir La Voz en base a la tasación hecha en 2017 y a los distintos involucrados en la causa judicial, finalmente la herencia se dividió en tres partes luego de un acuerdo por unanimidad entre todos los herederos tras 150 audiencias en los últimos dos años.

En su gran mayoría, los bienes son propiedades rurales y urbanas y el 40% del patrimonio se destinó para pagar a los acreedores. Este gran porcentaje se explica en los costos y gastos acumulados a lo largo de cuatro décadas.

Abogados de la sucesión, la Caja de Abogados, la tasa de Justicia para el Poder Judicial cordobés, peritos, inventariadores y organismos estatales como la Administración Federal de Ingresos Públicos son los destinatarios de esta catarata de dinero, que podría calcularse cercana a los 90 millones de dólares.

La segunda parte, aproximadamente el 35% del patrimonio, es finalmente lo único que les quedará a los herederos familiares más conocidos. Se trata de los descendientes de las cinco ramas familiares correspondientes a los cinco hermanos que tuvo Manubens Calvet.

Son aproximadamente 79 millones de dólares, que se repartirán entre los cinco grupos integrados por la gran cantidad de familiares que descienden de aquellos cinco hermanos.

En este entramado hay manos negras. Un 28,6% del total de los derechos sucesorios de estos parientes fue comprado por un grupo de misteriosas empresas offshore, que no fueron individualizados por la Justicia. Por lo tanto, los familiares recibirían 56,4 millones de dólares y el resto, 22,6 millones de dólares, iría a estas firmas que no tienen ni nombre, ni dirección ni actividad alguna.

Pero hay nombres propios identificados y ganadores en esta larga disputa. El primero es nada menos que el correntino Manuel Manubens Calve t(ex-Maidana), quien terminó negociando una cifra gigantesca (se habla de unos 5 millones de dólares) a su favor pese a que el examen genético oficial dio como resultado que no era hijo del millonario. Se cree que su participación en la herencia fue una forma que hallaron los familiares de Manubens Calvet de destrabar la causa.

También recibirá una porción del dinero (casi 6 millones) la familia heredera de Margarita Woodhouse, la pareja de Manubens Calvet durante años, con la cual el terrateniente nunca se casó. Margarita murió en el 2005 en la pobreza total.

Los herederos del abogado y juez porteño José Raúl Whittingslow recibirán un 15% de la fortuna. Se trata de un acuerdo que se hizo en los 80, luego de que el abogado descubriera la estafa detrás de la paraguaya Dolores, quien se había presentado como única heredera.

Así, la Justicia cierra una historia que lleva 40 años de disputas legales y odio familiar por una de las herencias más grandes de la Argentina.

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