Clausuran curtiembre por daño ambiental en Mercedes

La Justicia en Mercedes determinó la clausura de la curtiembre situada en la Ruta Nacional 123 km 111, por la contaminación ambiental que provoca, situación que denunciaron pobladores de la zona aledaña.


El juez en lo Civil y Comercial de la ciudad, Gustavo Buffil dispuso la cesación de la actividad, "generadora de daño ambiental colectivo", de una fábrica de curtido y terminación de cueros, cuya actividad ya había sido suspendida preventivamente, se informó en la página oficial de la web del Poder Judicial de la Provincia, cuya causa procesal la inició la Fiscalía de Investigación Rural y Ambiental de Mercedes contra el propietario de la planta industrial.

DAÑO GENERAL

Vecinos que residen en torno a los dos galpones de la firma atestiguaron olores nauseabundos, dolores de cabeza, picazón y alergias en la piel, además de neumonías, patologías que desaparecieron luego de esa anterior suspensión provisoria de actividades.
Los informes periciales dieron cuenta de la presencia de sustancias peligrosas, como arsénico, cadmio, cromo total y plomo, tanto en el suelo como en el agua, en niveles nocivos para la salud tanto de los vecinos como de los propios trabajadores de la empresa, al igual que de la flora y la fauna.

LAS AFECCIONES

Por la pericia se hace constar que esos elementos pueden provocar problemas respiratorios, defectos de nacimiento, infertilidad, formación de tumores, todos por el cromo; irritabilidad, insomnio, erupciones, hiperactividad o letargo, pérdida de apetito, dolores de cabeza, disconfort abdominal, daños del sistema nervioso, en altos niveles convulsiones, coma y muerte como consecuencia del plomo; irritación de intestinos, disminución de los glóbulos rojos, cambios de piel, en concentraciones muy altas puede causar infertilidad, abortos, pérdida de la resistencia a infecciones, perturbación y daño en el cerebro, así como dañar el ADN, todas afecciones que provoca el arsénico.  
HABILITACIÓN Y
CLANDESTINIDAD

Se constató que el funcionamiento del establecimiento no contaba ni con autorización de la autoridad competente, ni habilitación para el manejo de sustancias químicas, en tanto que los productos terminados eran trasladados a otro local donde se almacenaban para luego manufacturar boinas, botas, alpargatas, chalecos, cintos, lonjas y otros elementos con producto animal para la venta y comercialización clandestina.
"De esta manera resulta evidente que no se realizó ningún tipo de procedimiento administrativo para su habilitación, debido a lo cual se trata de un establecimiento clandestino, ya que no se realizó el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, ni obtuvo la declaración de impacto ambiental ni, como lo he dicho, algún tipo de autorización por parte de ningún organismo de contralor, ya sea nacional, provincial o municipal", indicó el magistrado.

Motivos del proceso contra el propietario

En cuanto a los motivos para resolver el cese de actividades de la curtiembre, el juez, Gustavo Buffil consideró "la existencia de un establecimiento de curtido de piezas, productos y subproductos de origen animal, producto de caza furtiva, sin habilitación de organismos públicos, sin evaluación de impacto ambiental, los cuales son vertidos al ambiente, drenados por canaletas en la superficie a cielo abierto, sin ningún tipo de tratamiento de residuos tóxicos", todo lo cual generó "la convicción de que asiste razón al accionante", para poner fin a los perjuicios y prevenir los efectos negativos que lleven a la degradación del ambiente y la salud de los vecinos, que se podría ver irremediablemente afectada por la peligrosidad dañosa de los residuos peligrosos utilizados en el establecimiento clandestino del accionado", es decir del propietario, Jorge Omar Cayón, a quien ya se denunció el año pasado, dijeron.

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