El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), afirmó hoy que su fuerza se recuperará en las elecciones municipales que se desarrollan hoy en Brasil de la gran derrota sufrida en 2016, año de la destitución de la mandataria Dilma Rousseff e inicio de una ola derechista en el principal socio comercial de Argentina.

"En 2016 apenas en el estado de San Pablo el PT pasó de 68 ciudades a 8. Creo que de esta elección vamos a salir fortalecidos, con nuevas ciudades para gobernar, en un mensaje para los que apostaban en el fin del PT", afirmó Lula.

El exmandatario, que votó en Sao Bernardo do Campo, Gran Sao Paulo, dijo que el presidente Jair Bolsonaro "lleva Brasil hacia la nada" y es "el mayor desastre político del país".

Lula emitió su voto y recordó que no lo pudo hacer en 2018, cuando estaba preso y proscripto por la justicia electoral debido a que había sido condenado por corrupción en la Operación Lava Jato por el exjuez Sérgio Moro, luego ministro de Justicia de Bolsonaro y presidenciable en 2022 por un sector de la extrema derecha brasileña.

El expresidente afirmó que para 2022 "todos tienen derecho a querer ser presidente" y citó a "nombres del PT" y a los dirigentes laboristas Ciro Gomes y comunista Flavio Dino, gobernador de Maranhao.

"La cadena Globo está buscando una fórmula entre Luciano Huck y Sérgio Moro", subrayó, sobre el animador televisivo y magnate ultraliberal que en 2018 alentó a votar a Bolsonaro contra Fernando Haddad, del PT.

Lula se refirió a la derrota histórica que el PT espera en la ciudad de San Pablo, mayor distrito electoral del país, en la cual su candidato, Jilmar Tatto, saldrá quinto o sexto según las encuestas.

Lula reveló que Tatto decidió no retirar la candidatura pese a que se lo ha preguntado la dirigencia partidaria, en virtud de los reclamos internos para apoyar públicamente al socialista Guilherme Boulos, que marcha segundo en San Pablo en las encuestas detrás del alcalde Bruno Covas.