Sin importar las inclemencias del tiempo, el frío imperante en Corrientes en este viernes 14 de julio, gris y con una temperatura promedio de 9 y 10 grados, alrededor de las 17.00, familias, niños, personas devotas a la Virgen Morena de Itatí, hicieron su tradicional ingreso frente a la Basílica de Itatí, montados en sus caballos, uno de los momentos emotivos de esta jornada de fe en la provincia de Corrientes, particularmente en la locadalidad de Itatí en donde se encuentra la casa de nuestra madre de Itatí.

Cada jinete que va arriba de su caballo, representa el fervor, la fe, la idioscincracia del pueblo correntino que supo conservar por generaciones, este ritual, esta herencia de amor hacia la virgencita morena.

Al ser consultados sobre este ritual de fe, lo primero que expresan es que llevan consigo una misión, que es mantener viva la llama de su fe, de cumplir con su misión que es renovar las esperanzas, poner bajos los pies de la Virgen sus sentimientos, sus penurias, sus sueños, sus tristezas, también sus alegrías y por sobre todas las cosas su agradecimientos por estar siempre bendecidos al amparo de Itatí.

Este traspaso de generaciones se ve en el reflejo de más de centenares de niños, que acompañan a sus familias, muchos inclusive montados en sus propios caballos o acompañados de un adulto, pero con lágrimas en sus ojos, reflejo del mismo amor que fuera heredado de sus familias.