Argentinos Juniors le ganó con justicia a River en La Paternal

River Plate cayó 3-2 ante Argentinos Juniors en La Paternal, en su debut en la Copa de la Liga. Con un gol de Marco Di Cesare y dos tantos de Luciano Gondou, el Bicho de Gabriel Milito jugó un partidazo ante el equipo de Martín Demichelis y se quedó con justicia con el triunfo.

El primer tiempo fue intenso, con protagonismos repartidos. Argentinos jugó los momentos iniciales con suma agresividad, dispuesto a marcarle la cancha al gran campeón del fútbol argentino.

Los primeros minutos del Bicho fueron explosivos y le dieron a Marco Di Cesare el crédito de la apertura del marcador. Una pelota parada complicó a la defensa de River: Milton Casco perdió la espalda y permitió el cabezazo que, tras un desvió en Pablo Minissale y un pique, complicó la reacción de Franco Armani.

Argentinos estaba cómodo, mejor plantado: encontraba los espacios de forma muy natural y era espontáneo, genuino en el despliegue de sus mediocampistas.

Los locales parecían alumnos que habían estudiado al pie de la letra la lección y conocían perfectamente las debilidades del rival. Pero fueron 20 minutos los que pudieron soportar ese nivel de intensidad los de Gabriel Milito, entonces River reaccionó con ambición.

Con Palavecino y Borja como protagonistas en la resurrección millonaria, el equipo de Demichelis le quitó las riendas del partido al local.

El gol no tardó en llegar: Barco habilitó a Enzo Díaz, que se proyectó por la izquierda y mandó el centro para el colombiano le entregue la pelota al ex-Platense, que definió de palomita.

River se envalentonó y logró potenciar su ofensiva. Después de una buena jugada colectiva, el Colibrí se escapó en velocidad y consiguió que Arias lo baje en el área.

Aunque el árbitro no sancionó de entrada, el VAR confirmó la pena y Barco se hizo cargo del tiro desde los doce pasos para el 2-1 (el arquero se lo atajó primero, pero el rebote quedó servido y Ezequiel no falló).

Como una maldición, River volvió a sufrir de la pelota parada y Gondou facturó para 2-2 de Argentinos, que significó un envión anímico y una inyección para olvidar la exigencia física extrema.

El inicio del segundo tiempo fue un calco del primero: Argentinos salió concentradísimo a llevarse por delante al Millonario, con circulación aceitada y presión para incomodar, pero sin tomar grandes riesgos porque sabía bien que River de contra aniquila.

Después de la insistencia y de exigir a Armani en reiteradas oportunidades, el Bicho volvió al frente otra vez gracias a Gondou, que aprovechó un error de Aliendro en salida y le hizo un pase a la red tras la asistencia de Metilli.

El equipo de Milito hizo un partido prolijo, se sacrificó y le ganó a River después de 10 años en La Paternal, demostró que estaba a la altura de la cita, fue atrevido, no se achicó ante el campeón, al contrario. Supo asfixiar con su dinámica y no dejó pensar a un rival al que respeta, pero que no lo amedrenta.

Los rendimientos individuales fueron superlativos y dejaron en evidencia que, además de apoyarse en la propuesta del entrenador, Argentinos tiene materia prima para plantarse ante cualquier grande.

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