La histórica decisión, adoptada de forma unánime por el Tribunal Constitucional, permite el acceso gratuito al procedimiento en las instituciones de salud a cargo del Gobierno federal, la mayor red sanitaria del país. El personal médico tampoco podrá ser castigado por llevar a cabo estos procedimientos.

El fallo, similar al que la Corte tomó en 2016 para legalizar la marihuana, llega en un momento decisivo para el aborto en América. El antecedente de esta decisión de México ocurrió en septiembre de 2021. El mismo Tribunal reconoció entonces que los derechos reproductivos de las mujeres son un derecho humano. La decisión de esta semana significa que el Poder Judicial ordenará al Congreso reformar el Código Penal para eliminar los artículos que prohíben el aborto voluntario.

Los jueces aceleran por esta vía un proceso de derechos que ha tomado demasiado tiempo. Con la decisión de hace dos años, los Congresos locales debieron modificar sus códigos para permitir el aborto voluntario, pero esto no ha sucedido. Solo 11 de los 32 estados que hay en México han despenalizado el aborto.

Las presiones de las organizaciones feministas en México han surtido efecto. Los colectivos se han convertido en un poderoso grupo de presión que ha metido prisa al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su partido, que controla la mayoría de los congresos locales. La decisión judicial adoptada pone a México a la altura de otros países con conquistas feministas, como Argentina y Colombia, donde el aborto fue legalizado en 2020 y 2022, respectivamente. Cuba y Uruguay también permiten la interrupción del embarazo hasta la semana 12. En contraste está Estados Unidos, donde el Supremo, en manos de una mayoría ultraconservadora, derogó Roe contra Wade en junio del año pasado, convirtiendo el aborto en uno de los grandes temas rumbo a las presidenciales de 2024.