Lo cierto es que el Colchonero fue superior de principio a fin ante un Merengue muy desconcertado, carente de peso ofensivo con Rodrygo en soledad arriba, sin muchos acompañantes, un planteamiento que no le resultó a Ancelotti
Y a ese desconcierto se le sumaron una catarata de errores en el fondo que terminó pagando caros, con tres goles muy similares que definieron el encuentro. El primero se dio a los 4', cuando recién había comenzado el encuentro y un Samuel Lino con todo el tiempo del mundo le metió un centro preciso a un Morata que ya había tirado la diagonal entre los zagueros y se aprestaba a cabecear lejos del alcance de Kepa.

El segundo fue a los 18', muestra de cuánto dominaba el Colchonero el trámite, con Lino nuevamente como partícipe. El lateral trepó y ubicó a Saúl sin marca por izquierda, que tiró un centro que volvió a encontrar mal parado a los defensores de la Casablanca, que solo atinaron a ver como Antoine Griezmann cabeceaba en el punto penal y llevaba la pelota al fondo de la red.

Y el Madrid estaba para el cachetazo, a punto de sufrir el 3-0. Pero ahí apareció Toni Kroos para rescatarlo y ponerlo en partido, cuando capturó un rebote en la puerta del área y, con un enganche magistral, se perfiló para sacar una volea inatajable para Jan Oblak, que haría crecer al equipo en un derbi en el que deambulaba.

Sin embargo, el golpe de gracia volvió a ocurrir en el comienzo del segundo tiempo, con un Real aletargado que volvió a repetir la historia. Griezmann encontró nuevamente a Saúl, que tiró un centro que parecía quedar en la nada, pero Fran García nunca cerró y Morata aprovechó para cabecear esa pelota perdida y estampar el 3-1 definitivo.

Con este resultado, el Atlético llegó a los 10 puntos y trepó al quinto lugar, mientras que el Real Madrid cedió su liderazgo ante el Barcelona, que con esta derrota lo superó por un punto.