Ducado británico usa fondos de fallecidos sin herederos para patrimonio real

Esta práctica denominada "bona vacantia" permitió llevar a las arcas monárquicas unas 60 millones de libras (75 millones de dólares) en la última década, principalmente de residentes del noroeste de Inglaterra, según una investigación del periódico The Guardian

El Ducado de Lancaster, administrado ahora por el rey Carlos III, ha estado utilizando una práctica medieval para adquirir activos conocida como "bona vacantia" de personas que fallecen sin testamento ni herederos directos, según una investigación del diario británico The Guardian.

Esos fondos serían de unas 60 millones de libras (75 millones de dólares) en la última década, principalmente de residentes del noroeste de Inglaterra.

Aunque el Ducado declaró que estos fondos se destinan a organizaciones benéficas, el periódico informó que la mayoría se ha utilizado para renovar y alquilar con fines de lucro propiedades pertenecientes al rey.
"Creo que mucha gente en el noroeste se sorprenderá al saber que los ahorros y bienes de amigos y vecinos se están tomando de esta manera", advirtió Burnham en un comunicado.

“No recuerdo que este sistema arcaico haya sido explicado a nadie aquí ni que el público haya dado consentimiento para que se dé", afirmó.

También aseguró que esto parece ser un extraño vestigio de la Gran Bretaña feudal.

Burnham expresó su preocupación por la falta de transparencia y rendición de cuentas, al afirmar que la gente del noroeste de Inglaterra debería tener voz sobre cómo se utilizan estos ingresos.

Steve Rotheram, alcalde de la región de la ciudad de Liverpool, también mostró su inquietud, al señalar que en un momento de crisis económica parece que los fondos destinados a personas vulnerables se utilizan para renovar propiedades reales en lugar de apoyar a organizaciones benéficas.

Mientras tanto, el Palacio de Buckingham no se pronunció al respecto pero se estima que el reclamo podría presionar al rey para que dé explicaciones sobre el tema.
Carlos III, heredó el Ducado de Lancaster de su madre, la reina Isabel II, fallecida en septiembre de 2022, anteriormente poseía el Ducado de Cornualles, que también recauda fondos de "bona vacantia".

Una política interna del ducado de 2020 otorgó a los funcionarios del patrimonio real, licencia para usar fondos "bona vacantia", en una amplia gama de su cartera generadora de ganancias, recordó el periódico.

Amigos de aquellos cuyos bienes fueron recaudados por el patrimonio del rey calificaron este uso de los fondos como "poco ético" e "impactante".

En respuesta, un portavoz del Ducado de Lancaster afirmó que Carlos reafirmó al acceder al trono que los fondos deberían utilizarse principalmente para apoyar a las comunidades locales y preservar propiedades públicas e históricas.

El portavoz agregó que antes de distribuir los fondos a organizaciones benéficas, se asigna dinero a un fondo de reclamaciones tardías y se deducen los gastos de administración y mantenimiento de edificios de importancia arquitectónica.

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