El gobierno de Lula anunció un programa de estímulo a la industria. Llamado Nova Indústria Brasil, el plan recicla ideas antiguas de las administraciones petistas, con una fuerte intervención estatal.

Se prevén hasta 2026 R$ 300 mil millones (US$ 60 mil millones) para el sector, que lleva décadas estancado en Brasil.

El Gobierno afirma que la mayor parte de los recursos provendrá de financiamientos del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social).

Una de las marcas del PT fue rescatada con el regreso del BNDES "inversionista". Según el Ejecutivo, la institución, que tendrá un papel protagónico en el plan, volverá a comprar acciones.

Serán R$ 8 mil millones para la adquisición de acciones de compañías nacionales. En las gestiones pasadas, la práctica petista fue conocida como "campeonas nacionales", lo que fue objeto de críticas. El Gobierno niega que se trate de la misma política.