Mayor presencia de la especie de mosquito transmisor del dengue

Durante el fin de semana volvió a observarse una gran cantidad de mosquitos, sobre todo en el AMBA. Cuáles son las razones y hasta cuándo va a durar el fenómeno, según los especialistas

 

Las abundantes precipitaciones registradas en el centro del país durante la segunda mitad de marzo favorecieron la proliferación de mosquitos en todo el territorio bonaerense y principalmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

De allí que durante este fin de semana se observó una nueva invasión de mosquitos, similar a la que se había presentado a finales del mes de febrero.

Y debido a que, según los especialistas, un mosquito adulto vive entre 10 y 30 días -aunque este tiempo puede variar según la especie, la temperatura, la humedad y la época del año-, si se tiene en cuenta que recientemente se registraron lluvias aisladas en el AMBA, y lo mismo se espera para mitad de esta semana, todo indicaría que el fenómeno está lejos de llegar a su fin.

Situación que tiene lugar en medio de un brote de dengue sin precedentes en Argentina, que ya dejó 129 muertos y hay más de 180 mil casos registrados.

Pese a que se espera que la baja de las temperaturas hará que desciendan los valores de humedad que, junto a otros factores, llevará a que el insecto no se reproduzca tanto, habrá que esperar la llegada de las lluvias que se anuncian para este miércoles para ver si comienza un nuevo ciclo de reproducción de mosquitos o si, en cambio, empiezan a desaparecer.

Manuel Espinosa es biólogo y coordinador del área de enfermedades transmitidas por mosquitos de la Fundación Mundo Sano, y consultado por Infobae explicó que “los eventos atmosféricos que siempre generan abundancia de mosquitos son periodos de precipitaciones seguidos de períodos de temperaturas medias elevadas y alto porcentaje de humedad, condiciones que son favorables y óptimas para las formas adultas”.

En opinión de la doctora en Ciencias Naturales y Entomóloga, investigadora principal del Conicet y directora de Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave), Victoria Micieli, “el motivo de esta nueva invasión es la conjunción del pico de abundancia de Aedes aegypti esperable para esta época del año con la proliferación de otras especies asociada al fenómeno climático de El Niño”.

Así, según la zona, “se registran invasiones de la especie Aedes albifasciatus, que es el mismo que proliferó en febrero, al que se suma en algunas regiones el mosquito Psorophora ciliata, relacionado con las lluvias de hace diez días”.

Y si bien la experta aseguró que “no es habitual que proliferen estas especies”, destacó que “el fenómeno actual está relacionado con lo climático, y suele darse luego de un período de sequía previa seguido por abundantes lluvias”. “Lo que estamos atravesando ahora no se registraba hace cuatro años; suele haber una invasión por año y ahora vamos por la tercera desde diciembre”, remarcó.

Consultado acerca de si están circulando más cantidad de Aedes aegypti, la especie vectora del dengue, Espinosa recalcó que “las condiciones ambientales impactan de la misma manera en todas las especies de mosquitos”.

Y en ese sentido, remarcó: “En esta época del año se producen los picos de abundancia de estos insectos, independientemente de la especie. Los motivos son los mismos que estuvieron ocurriendo en forma repetida durante todo el verano y no responden a nada extraordinario. Todos los años, durante los meses de febrero, marzo y abril se producen los picos de abundancia de mosquitos”.

“El vector del dengue está bien estudiado y su comportamiento no cambió -sostuvo Micieli-. Lo que puede variar es que en el invierno, los huevos que siempre quedan en los recipientes esperando el calor para eclosionar, producto de las temperaturas más elevadas durante todo el año por el cambio climático, por ejemplo en regiones del norte argentino, posiblemente eclosionen y lleguen a adultos en pleno invierno”.

Los meses de febrero, marzo y abril “suelen ser el pico de abundancia de Aedes aegypti, con mayor cantidad de hembra adulta picando, pero este año el fenómeno se conjugó con invasiones del llamado mosquito de inundación, también conocido como ‘mosquito plaga’ por su forma de reproducción”, agregó.

Caba aclarar que la especie de mosquito Aedes albifasciatus es la que tiene la distribución más amplia en el país, desde las provincias del Norte hasta Tierra del Fuego. También vive en Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile. Sin embargo, los “albifasciatus” no transmiten dengue, zika ni chikungunya.

La médica especialista en Medicina Familiar e integrante del equipo médico de la Fundación Mundo Sano, Mariana Fernández señaló que para protegerse de los mosquitos “existen los métodos de barrera químicos como el uso de repelentes individuales, la colocación de insecticidas medioambientales en el interior de los domicilios, y físicos, como los mosquiteros en puertas y ventanas”.

“También, es importante evitar exponerse en espacios abiertos en los horarios del amanecer y el atardecer, que es el momento de mayor presencia del vector”, aconsejó.

Y ante la proliferación de recetas de repelentes caseros debido a la escasez de los comerciales por la alta demanda, los expertos hacen hincapié en que “se deben usar repelentes que estén autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)”. Vienen sprays, lociones, cremas, geles y aerosoles. Estos productos pueden contener sustancias activas, tales como el DEET, IR3535 e icaridina. Hay que tener en cuenta el tiempo de duración de sus efectos que viene aclarado en el envase.

La doctora en Biología Romina Barrozo, del Instituto de Biodiversidad, Biología Experimental y Aplicada, que depende del Conicet y la Facultad Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, indicó en diálogo con este medio “si hay dificultades en el acceso a los repelentes comerciales en farmacias y comercios, las personas deberían usar espirales en los ambientes interiores y cubrir el cuerpo lo máximo posible, con pantalón largo y remeras manga larga que tapen los brazos, cuando estén al aire libre”.

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