Brasil: Prohíben el consumo de cigarrillos electrónicos

La medida entra en vigor este miércoles 24 de abril

 

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) ha emitido una resolución que reitera la prohibición de la fabricación, importación, comercialización, distribución, almacenamiento, transporte y publicidad de dispositivos electrónicos para fumar, comúnmente conocidos como cigarrillos electrónicos. Esta nueva medida entra en vigor a partir de este mismo miércoles (24), tras ser publicada en el Diario Oficial.

En la resolución, se define a los dispositivos electrónicos para fumar como "productos destinados a fumar, cuyas emisiones se generan mediante un sistema alimentado por electricidad, batería u otra fuente no combustible, y que imitan el acto de fumar". Los siguientes dispositivos entran en esta categoría y, por ende, están sujetos a la prohibición establecida:

productos desechables o reutilizables;
productos que utilizan una matriz sólida, líquida o de otro tipo, según su construcción y diseño.productos compuestos por una unidad que calienta una o más matrices: líquida (con o sin nicotina); sólida (usualmente compuesta por extracto o hojas de tabaco.

Ya sea estas hojas machacadas, molidas, cortadas o enteras, así como otras plantas); compuesta por sustancias sintéticas que imitan componentes del tabaco, extractos de otras plantas, aceites esenciales, complejos vitamínicos, u otras sustancias.productos conocidos como e-cigs, sistemas electrónicos de suministro de nicotina (ENDS), sistemas electrónicos de suministro sin nicotina (ENNDS), e-pod, pen-drive, pod, vapes, productos de tabaco calentado (HTP), heat not burn y vaporizadores, entre otros.

La publicación también prohíbe la entrada de productos relacionados con los cigarrillos electrónicos al país, incluso aquellos llevados por viajeros en cualquier forma de importación, ya sea en equipaje acompañado o de mano.

Anvisa enfatizó que el incumplimiento de esta resolución constituye una infracción sanitaria.

El pasado viernes (19), el consejo colegiado de Anvisa votó para mantener la prohibición de los cigarrillos electrónicos en Brasi.

Los cinco directores de la agencia respaldaron la continuidad de la prohibición, la cual ha estado vigente desde 2009.

Con esta decisión, se prohíbe cualquier forma de importación de estos productos, incluso para uso personal.

En su voto, el director-presidente de Anvisa y relator del asunto, Antonio Barra Torres, compartió durante aproximadamente dos horas las opiniones de 32 asociaciones científicas brasileñas, así como las posiciones de los ministerios de Salud, Justicia y Seguridad Pública, y Hacienda.

También mencionó los resultados de la consulta pública realizada sobre el tema entre diciembre de 2023 y febrero de este año.

Argumentos en contra
También se han expuesto argumentos en contra de la prohibición y a favor de la regulación del consumo y venta de estos productos.

Desde esta perspectiva, la regulación podría ayudar a reducir los daños para los fumadores de cigarrillos convencionales y contribuir a combatir la venta ilegal de productos irregulares, los cuales carecen de control toxicológico y tienen un origen desconocido.

El director de British American Tobacco en Brasil, Lauro Anhezini Júnior, expresó que los consumidores están siendo tratados como ciudadanos de segunda clase y abogó por tomar decisiones basadas en la ciencia.

No se trata solo de la ciencia de la industria, sino también de la ciencia independiente de este país, que demuestra que estos productos reducen los riesgos.

Los cigarrillos electrónicos representan menos riesgos para la salud que el consumo continuo de cigarrillos tradicionales".

Por otro lado, el director de comunicación de la multinacional Philip Morris Brasil, Fabio Sabba, argumentó que la prohibición actual ha demostrado ser ineficaz frente al creciente mercado ilícito y de contrabando en el país.

"Al mantener una simple prohibición en un momento en que el mercado crece sin control, Anvisa está incumpliendo su papel de garantizar que estos 4 millones de brasileños u más consuman productos que cumplan con los criterios regulatorios definidos.

Está ignorando la necesidad de establecer normas de calidad para el consumidor, una demanda que proviene del propio mercado".

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