El equipo fiscal, en su proceso de preparación para la elevación a juicio, ha ajustado la pieza acusatoria, señalando que los verdaderos perpetradores del femicidio fueron el exesposo de la víctima, César Sena, quien ahora enfrenta la acusación directa de haber cometido el crimen, y Cecilia, considerada partícipe necesaria del mismo.

Las acusaciones específicas han tomado forma: César Sena es señalado por homicidio doblemente agravado, tanto por el vínculo con la víctima como por haberse cometido en un contexto de violencia de género.

La reconstrucción de los hechos sugiere que César y Cecilia ingresaron al domicilio en cuestión alrededor de las 9 de la mañana del 2 de junio, momento en el que se habría producido el crimen, antes de que llegaran Marcela y Emerenciano, quienes arribaron entre las 11 y las 13 horas del mismo día.

A pesar de este cambio en la calificación del delito para el matrimonio Sena, la posible pena sigue siendo la misma: prisión perpetua, en caso de que el jurado popular determine su culpabilidad.