La estrategia de Lousteau en el Senado

Ni siquiera dentro del radicalismo se ponen de acuerdo sobre el rol de su presidente, Martín Lousteau. Depende del interlocutor, hay quien sostiene que el senador no muestra diferencias sustanciales con el resto del bloque, pero otros aseguran que tiene una furibunda postura sobre la Ley Bases. Una más de sus tantas acciones rebeldes.

 

Es que mientras los senadores radicales apoyan el proyecto de Javier Milei (con sutiles diferencias) y creen que debería salir en la próxima sesión, Lousteau no escatima en críticas: “Le dije al Gobierno los puntos problemáticos de la ley. Yo me preocuparía por la votación más adelante, hay capítulos que requieren mejoras”, sentenció en una entrevista en TN. El titular de la UCR es indomable. Y se suele salir con la suya.

La negociación.

A pedido de Lousteau, la UCR planteó una serie de modificaciones al texto de la ley y se lo presentó al Gobierno. Modificar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversores, poner límites en el blanqueo de capitales y recomponer las jubilaciones son algunos de los puntos que el radicalismo quiere que sean revaluados.

Como gesto de buena voluntad, mientras esto pasaba, la Secretaría de Educación acordaba con la Universidad de Buenos Aires, donde es vicerrector su ladero Emilio Yacobitti, un aumento del 270 por ciento de los gastos de funcionamiento. El resto de las universidades del país se sintieron discriminadas por el favoritismo.

A pesar de presidir el centenario partido, los movimientos de Lousteau suelen ser más individualistas que orgánicos. Por eso generó sorpresa en el radicalismo cuando se supo que el senador se había reunido con el ministro del Interior, Guillermo Francos. “De ese encuentro yo me enteré por los diarios”, dijo su compañero de bloque Víctor Zimmermann, legislador por Chaco. La santafesina Carolina Losada coincidió: “No fue en nuestra representación. Yo me enteré por los portales, no nos había dicho nada”.

Para Francos y los encargados de negociar la Ley Bases en la Casa Rosada, los senadores que tienen una relación más cercana con gobernadores son los más fáciles de captar, por las necesidades económicas de las provincias: de hecho, los radicales en esta condición ya manifestaron su deseo de acompañar. “Cuando Lousteau habla lo hace en función de lo que él piensa. Su voto vale uno, como el de cualquier otro”, aseguró Losada. El presidente de la UCR es un problema en ese aspecto: al no tener una referencia en ningún Poder Ejecutivo, no tiene problemas a la hora de poner trabas. Juega sin presión.

Paciencia.

Con los recursos disponibles, el resto del bloque radical intenta persuadir a Lousteau para que los siga: “Estoy convencido de que Martín Lousteau va a acompañar en general”, lo condicionó el bonaerense Maximiliano Abad. El economista pide cautela: “Si sale rápido va a salir una mala ley y va a ser peor”, les advirtió a sus compañeros de bloque.

La postura crítica del presidente del radicalismo lo pone en una posición incómoda dentro de su partido. Por eso, el senador por Córdoba Luis Juez lo condenó: “Lousteau está actuando con un nivel de representación del Frente de Todos que asusta”.

Los dardos vienen de todos lados. Del Gobierno, con el que no logra un buen diálogo, de sus compañeros de bancada e incluso de la oposición más virulenta. Máximo Kirchner advirtió su fastidio e ironizó: “Escuché la intervención de Lousteau. Fue correcta en muchos aspectos. Lamentablemente después le dicen que va a votar con el kirchnerismo y se pone pálido”, se burló el hijo de la ex presidenta en una entrevista por streaming. Y completó: “El día que no se ponga pálido estará preparado para gobernar. Esto de decir 'con este sí, con este no'. Hay que construir mayorías siempre”.

El líder radical pelea contra todos. En medio de una fuerte negociación, no se baja de su postura, aún ante el reclamo de los demás senadores propios.

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