No están solo en la cabeza, también en lo profundo del mar
Un estudio realizado por investigadores de Argentina, Brasil y Francia reveló una adaptación que posibilita que estos insectos puedan estar sumergidos a más de 2.000 metros
Se suele creer que los piojos son pequeños insectos que solo viven y molestan en las cabezas de los seres humanos.
Hay especies de piojos que se han adaptado a vivir adheridos a mamíferos como morsas, focas y lobos marinos en los mares del mundo, y sobreviven. Y son los únicos insectos del planeta que son realmente oceánicos.
Un nuevo estudio realizado por investigadores que trabajan en la Argentina, Brasil y Francia reveló una diferencia entre las especies de piojos que está relacionada con la adaptación a vivir en diversas profundidades de los mares. Fue publicado en la revista Scientific Reports.
“Generalmente, se menciona que los patinadores son insectos oceánicos. Sin embargo, se trata de insectos que solo permanecen sobre la superficie del mar. Nuestros estudios han demostrado que diferentes especies de piojos sí quedan expuestos a grandes profundidades oceánicas, y la gran pregunta del millón es cómo fue que ese grupo de insectos, que en sus orígenes eran terrestres, pudieron colonizar y adaptarse a la vida marina”, contó a Infobae María Soledad Leonardi, primera autora del trabajo e investigadora del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR), que depende del Conicet en Puerto Madryn, provincia de Chubut.
Los piojos son parásitos que viven de “chupar” la sangre de otros animales. Las especies que pueden sobrevivir en aguas profundas han ido evolucionando con los animales marinos como huéspedes.
Incluso, han logrado tolerar la ausencia de oxígeno, la alta salinidad, las bajas temperaturas y la elevada presión a la que se somete su cuerpo sumergido al estar en el agua.
Llevan sobreviviendo bajo el agua al menos 40 millones de años, cuando pasaron a ser parásitos de los antecesores terrestres de las actuales morsas, focas y lobos marinos, que forman parte del grupo de los pinnípedos.
Hoy, contó la bióloga, se sabe que los piojos tienen un sistema respiratorio traqueal, como también existe en los insectos que habitan otros ambientes de la Tierra.
“La hipótesis es que cuando cada piojo se sumerge al estar en un mamífero marino, el sistema respiratorio colapsa para que no le quede aire. Esto podría ser una de las claves que lo ayuda a sobrevivir mucho tiempo por debajo del agua”, expresó.
Con la idea de comprender más las adaptaciones en un ambiente tan extremo, la doctora Leonardi junto con Federico Márquez, investigador y especialista en morfometría geométrica del IBIOMAR y de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, y colaboradores, se preguntaron si la variación de las formas podía relacionarse con las profundidades máximas de buceo que alcanzan. Los piojos pueden pasar más del 80% de su tiempo sumergidos en el agua.
Para hacer el trabajo, se recogieron 130 especímenes de piojos adultos de cinco especies de mamíferos marinos. Esos insectos estaban en elefantes marinos, foca de Wedell, foca leopardo, foca cangrejera, y en lobos marinos de un pelo.
Luego, procedieron a capturar imágenes 2D de los piojos. Recurrieron a la disciplina de la física y usaron diferentes herramientas que les permitieron evaluar las principales características de la forma del cuerpo de los especímenes. Rodrigo Paz y Hugo Luiz Oliveira, de Brasil, colaboraron en el estudio de la dinámica de fluidos.