Iván Dornelles: «Francisco nos deja una Iglesia renovada»
El religioso correntino que se desempeña en la Arquidiócesis de Buenos Aires rememoró el día en que Bergoglio lo instó «a no cambiar de esencia y desde ahí, brindar lo mejor para el mundo». Contó anécdotas que ilustran la vida del Pontífice, haciendo hincapié en el legado para el catolicismo y futuras generaciones. «Plantea una religiosidad simple, cercana y despojada», puntualizó.
El religioso hizo una semblanza del Papa Francisco, a quien tuvo oportunidad de tratar.
En respuesta a qué legado nos deja Francisco en general y a vos, en lo particular, dijo :"ueno, el año pasado tuve la sorpresa de que el Papa había decidido esto, ¿no? Había esta propuesta de ser obispo auxiliar de Buenos Aires, yo la recibí con mucha alegría, a su vez también con un poco de miedo, ¿no?, de este paso que uno va a dar, digamos. Yo tuve también la gracia de que el Papa me pudo ordenar de sacerdote acá en Buenos Aires en el año 2007, y vine a Buenos Aires como todo joven del interior, como uno que sale a buscar nuevos horizontes, vine a Buenos Aires, estudié abogacía, después ingresé al Seminario, y bueno, y se dio como este devenir histórico".
"En el año 2000 ingresé al Seminario, 2007 de sacerdote, y el año pasado, 2024, de obispo para esta ciudad. Así que lo recibo con mucha alegría. Y en cuanto al legado que me decías, yo creo que es como un legado al mundo, primero, que me parece que es la paz, la fraternidad, vivir en un mundo distinto, en el que nos tratemos como hermanos, algo amplio y grande, digamos, invitando a que se respete la dignidad de las personas, al cuidado de la casa común del mundo, de no maltratar el mundo, que tiene que vivir para las próximas generaciones".
"Pero sobre todo, si marco uno en este tiempo, es el de la paz, que mucho le preocupaba al Papa. Y después, en cuanto, mirando más hacia la Iglesia, una Iglesia como más encendida, más dinámica, una Iglesia en la cual todos puedan estar y participar, una Iglesia que se acerque, una Iglesia que sea, él decía, como «hospital de campaña».
De los encuentros que tuviste con Su Santidad, ¿qué frase o gestos recordás?
-Mirá, siempre él se quedaba con algo de lo personal. Cuando te conocía se quedaba con algo tuyo personal. O naciste en este lugar, o tenés esta cosa, o te gusta un cuadro de fútbol, o no sé, él captaba algo. Y a mí siempre me marcó por ser de Corrientes, entonces, me acuerdo de una primera charla que tuve con él en el Seminario, me dice: «Pero tu acento, ¿de dónde sos?», y me pregunta: «¿Conservás tu acento todavía?». Bueno, cosas así. Después, cuando lo fui a ver, la primera vez en la plaza, durante la audiencia grande, él va saludando, saludando, y cuando llega a nosotros, todos compañeros de curso, los que nos ordenamos de sacerdote ese año, me grita: «¿Qué hace un correntino en Roma?» (Risas). Después, ya más privadamente, esto de «No pierdas tu correntinidad», a mí eso me marcó mucho, que esto es una cuestión personal, ¿no? Como esta cosa, esto de, bueno, sé vos quién sos, conservá tu forma de ser, si sos así como sos, vas a dar lo mejor al mundo, a la Iglesia, a los que te rodean".