Viveza criolla

Ingenieros indios pasaba respuestas a un chabot que copiaba y pegaba

Hasta inversores líderes en alta tecnología, como Microsoft, fueron engañados por una startup inglesa que amasó US$ 1.500 millones con una IA falsa.

Una startup inglesa estuvo 9 años en el candelero mediático tech por vender soluciones potenciadas con IA para desarrollar softwares y ensamblar aplicaciones como si se tratase de bloques de Lego hasta que se descubrió el truco y se le acabó la magia.

La asistente virtual no era realmente un sistema automatizado, sino una interfaz vacía que embozaba respuestas de más de 700 ingenieros que hacían el trabajo a mano... desde La India, donde los salarios son varias veces más bajos que en EEUU.

La avivada, que salió a la luz después de inconsistencias en sus registros contables que la hicieron presentar la quiebra el 20 de mayo último, fue revelada por The Telegraph con sorpresa, ya que Builder.ai era una de las grandes promesas entre las corporaciones británicas.

Sensación en el negocio de la Inteligencia Artificial, embaucó inversores líderes en alta tecnología, como Microsoft, y llegó a una valuación de 1.500 millones de dólares sin que se dieran cuenta de que su asistente virtual, llamado Natasha, no era realmente un sistema automatizado.

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