Tras la aprobación en el Congreso la aprobación de «Zonas Frías», se aceleró el debate por la implementación de una norma similar para las provincias del Norte, denominada «Zonas Calientes».
El reclamo viene con envión desde hace varios años, pero tomó fuerza con el calendario electoral y desde la oposición -y parte del oficialismo- aguardarán la culminación del calendario de votaciones para renovar el pedido.

La Ley de Zonas Frías, presentado por Máximo Kirchner y Liliana Schwindt, fue aprobada en Diputados y amplía el subsidio a la tarifa de gas que hasta ahora sólo reciben las provincias patagónicas a 50 municipios de la provincia de Buenos Aires, San Luis, Mendoza y regiones de Salta, Córdoba y Santa Fe.

La ley que fue sancionada eleva a 5.44 por ciento, un 0.5 por ciento de incremento en las tarifas de todo el país, que redundaría en un descuento de entre el 30 y el 50 por ciento de las zonas beneficiadas. Los que menos pagarán serán jubilados y beneficiarios de planes sociales y asignaciones.

Desde principios de año, en el marco del Encuentro de Gobernadores del Norte Grande, figura la idea de la implementación progresiva de un precio diferencial de las energías en las provincias del Norte en función de las altas temperaturas; un esquema de tarifa plana del gas en todo el país; las asignación de fondos especiales de la Nación para proyectos productivos regionales específicos en inversión energética; el desarrollo de la industria en base al litio y un plan de subsidios relacionados al transporte de pasajeros.

ESQUEMA

La idea de los mandatarios es que los subsidios sean a las distribuidoras de electricidad, de modo tal que permita que las tarifas se reduzcan de un 30 a un 50 por ciento, con un esquema gradual donde la mayor rebaja sería para las franjas poblacionales más postergadas como beneficiarios de algunas ayudas sociales (Asignación Universal por Hijo, por ejemplo), jubilados de haberes bajos, monotributistas de las categorías menores y otros grupos; y algo menor para el resto de los usuarios.

Entre los diferentes argumentos que esgrimen los autores, mencionan el hecho de la diferencia térmica en las provincias del NEA-NOA, y acentúan en el hecho de que la «energía para climatizar el hogar es una condición indispensable para vivir», y por ello, «es el Estado el que debe garantizar la continuación de los servicios públicos y las tarifas razonables y justas».

«Se aprueban proyectos para beneficiar a aquellas provincias donde más frío hace ¿Y nosotros qué? en el Nordeste hace 45 grados a la sombra durante la mayor parte del año, nos morimos de calor y tenemos las tarifas de luz más caras de la Argentina. En el caso de Corrientes tenemos la represa de Yacyretá, sin embargo seguimos abonando cifras increíbles comparado con otras regiones del país. Parecería que hay un país de primera y otro de segunda.

Esto es parte del peso representativo que se tiene en el Congreso nacional. Los números que tenemos las provincias del Norte Grande juntas, en comparación con el Conurbano son ínfimos. Vamos a insistir por todos los medios para que se considere esta situación de desigualdad evidente», expresó en su momento el gobernador Gustavo Valdés.

Luego de la última reunión, el gobernador del Chaco, Jorge Milton Capitanich también adelantó que se trabaja en la concreción de dos encuentros para analizar, siendo el primero el ingreso de las provincias de Salta y Jujuy a la Red Capricornio. «Esto es algo que ya está avanzado, por lo que ambas provincias se unirán a lo que ya veníamos haciendo entre Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa», describió.

El otro encuentro será un plenario de ministerios provinciales del área de la producción, agricultura y ganadería, para impulsar una política ganadera.