Pago Largo y el llanto de una derrota que forjó la correntinidad

 

En una época diferente, un país que no fue lo que hoy es. Unitarios y federales, provincias, caudillos y gobiernos enfrentados en luchas intestinas fraguaron la identidad no solo de un país sino, y principalmente, de una región marcada a fuego con las guerras.

Hace 183 años más de 2 mil correntinos fueron masacrados por las tropas entrerrianas que combatían en representación de Rosas, gobernador de Buenos Aires que ostentaba el dominio del puerto y con ello la economía del naciente país.

Corrientes con Santa Fe y la Banda Oriental (hoy Uruguay) buscaban sacar del poder al porteño, pero Corrientes termina quedando solo y en la zona de Cazadores Correntinos en una calurosa siesta del otoño correntino de hace casi dos siglos comenzó a marcar a fuego la estirpe de una provincia que nace en el llanto de la derrota.

“Hay que tener en cuenta que hablamos de una época en que la República no era como ahora. Las provincias eran muy autónomas y había un problema económico porque el río lo manejaba Buenos Aires”, cuenta en Cadena de Radios el doctor Enrique Deniri, director del Archivo General de historia de la provincia de Corrientes.

“Había una decisión tomada entre varios de sacar a Rosas junto a Stanislao López la Banda Oriental y Santa Fe. Santa Fe sale de la alianza y quedamos solos porque la banda oriental no se mueve. Por Rosas pelea Entre Ríos con su gobernador con y Urquiza detrás también”, explica.

Por Corrientes comanda las tropas Berón de Astrada que ya tenía una carrera importante pero poca experiencia el campo de batalla. “Los entrerrianos sorprenden a la siesta a los correntinos. Hacía mucho calor y se fue vulnerando la formación desde los costados”, explica.

En números los ejércitos eran similares y formaban con las caballerías a los costados, las infanterías en los medios y los cañones en el medio del medio. “Fue un matarife. Los correntinos pierden 2 mil hombres, 4 mil caballos también lanzas y equipamiento”, relató.

Incluso después, explica, hay una “degollina. Degüellan a unos 800 soldados que tomaron prisioneros. Un estudio en el que midieron las fosas comunes indican que habrían sido unos 300 pero está en discusión”.

“Este hecho es uno de los hechos fundacionales de la correntinidad, pero no hay mejor fertilizante para una idea que la sangre y en ese tiempo ninguna familia correntina dejó de llorar. Tuvo un efecto grande”, asegura.

La batalla en la que murió Berón de Astrada consolidó de alguna forma el régimen de Rosas que era una dictadura.

Rechazó la idea de que pedazos de la piel de Berón de Astrada fueran llevados a Rosas como ofrenda. “Parece ser cierto que una lonja de la espalda de Berón de Astrada se llevaba por un soldado, pero lo detuvieron y casi lo fusilan cuando lo ven pasar”.

“Esa era una época muy cruel, de hábitos de un pueblo ganadero acostumbrado a matar y sacrificar. Además cerca del 80% era analfabeto. Hoy calificaríamos esas cosas de barbarie”, consideró para finalizar.

Titulo: Enrique Deniri -Historiador-
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