Este domingo por la tarde, miles de personas colmaron el Zócalo, la plaza principal de la Ciudad de México, para manifestar su rechazo a una reforma electoral impulsada por el presidente Andrés López Obrador.

La razón principal por la cual se impulsa esta medida, es porque el mandatario mexicano cree que el Instituto Nacional Electoral (INE) es demasiado caro y que además, toleró fraudes en el pasado.

De esta forma, bajo la consigna “Mi voto no se toca”, la protesta convocada por organizaciones políticas y civiles agrupadas en el Frente Cívico Nacional reunió a una inmensa cantidad de personas, aunque hasta el momento, ni el gobierno ni los organizadores han divulgado un número específico de asistentes.

El miércoles pasado, el Congreso, que está dominado por oficialismo y sus aliados, aprobó las reformas, aunque la oposición mantiene su postura crítica. Lo mismo hace el INE, que mediante un comunicado, informó que con estos cambios será eliminado 85% de su personal, se reducirá su capacidad operativa y afectará la actualización y depuración del padrón electoral.

A partir de ahora, tanto el INE como la oposición anunciaron que recurrirán a la Suprema Corte de Justicia con el objetivo de impugnar la reforma sancionada.