Un nene de 12 años junto a su guia escolar y compañeros, recorría los túneles de una mina abandonada hace un siglo, perp durante una excursión escolar vio un objeto que brillaba en la oscuridad, pegado a una de las paredes rocosas.

“De repente miré hacia un lado, después hacia el otro y vi una cosa amarilla brillante. En un momento pensé que era tierra”, contó.

Con mucha curiosidad se acercó y tomó esa pieza que brillaba en la oscuridad. Era una pepita de oro.

El inusual hallazgo ocurrió en una mina desactivada de Sao Joao del Rei, en el estado de Minas Gerais, centro-este de Brasil.

Todo comenzó cuando un grupo de alumnos del Instituto Educação e Cultura de Carmo do Rio Claro fue de excursión a una popular mina abandonada a las afueras de la ciudad.

Se trata de la mina de oro Tancredo Neves, un sitio muy popular para las visitas escolares guiadas.

Un total de 41 estudiantes participaron en la excursión, pero solo uno tuvo la suerte de encontrar lo que nadie había hallado durante décadas: oro. “El guía estaba hablando y yo comencé a mirar para las rocas.

Detrás de él había una marca de una mano en las paredes. Entonces miré hacia el otro lado y vi una cosa amarilla brillando. En un momento pensé que era tierra, pero cuando le pregunté (al guía), me dijo que era oro. Me alegré mucho”, confió Álvaro a la prensa local.

El nene quedó sockeado por el hallazgo: “En el momento mis compañeros no creían que era oro, pero cuando el guía dijo que sí lo era, todos quedaron sorprendidos y preguntaban si era verdad”, comentó.