La Dirección Nacional de Registro Civil (Dnrec), perteneciente al Ministerio de Educación y Cultura (MEC), difundió la lista de los nombres más elegidos para los bebés nacidos en 2023. “María” y “Juan” fueron los preferidos de los padres.

Asimismo, se difundió la cifra de matrimonios celebrados en el país, que ascendió a 8.778.

María fue el nombre elegido para 1.037 niñas y Juan para 779 varones. En el ranking de los preferidos para nombrar en femenino siguen Emma (649), Martina (465), Emilia (456) y Julieta (437).

Con respecto a los nombres femeninos de 2022, todos se repiten, pero en otro orden. Los dos primeros lugares quedaron intactos: María, Emma, pero Julieta estaba en el tercero; Martina, en el quinto; Sofía, en el sexto; y Emilia, en el séptimo.

Entre los masculinos, los más elegidos en 2023, después de Juan, fueron Mateo (524), Felipe (485), Lorenzo (379) y Benjamín (363). Este podio es idéntico al de 2022, en el que el séptimo en la lista era Thiago.

En cuanto a los matrimonios celebrados en todo el país, hubo 8.778, según datos de la Dnrec, lo que significa una disminución de más de mil casamientos con respecto a 2022, que se ubicó en 9.820.

El departamento con más matrimonios efectuados fue Montevideo, donde 3.270 parejas se casaron civilmente; y el departamento que menos cantidad tuvo fue Flores, con 57 uniones celebradas.

De acuerdo con información de Dnrec, desde enero del año pasado, los nacimientos pueden inscribirse en la oficina del Registro Civil correspondiente al domicilio de la madre del bebé y no necesariamente en la oficina de la localidad en la que el bebé nació, como ocurría antes del cambio en la normativa.

Hasta 2023, los recién nacidos debían ser anotados en el lugar donde ocurría el nacimiento en un plazo no mayor a 10 días. Este cambio facilita considerablemente el trámite para las personas que viven en localidades pequeñas.

A partir de enero del año pasado, también, los matrimonios pueden realizarse en cualquier punto del país, con independencia de dónde viva la pareja y sin ningún tipo de restricción. Esto permite mayor libertad de elección para quienes se casan y abre oportunidades laborales en los sitios en los que se efectúa la celebración.