La inhabilitación a Machado genera nuevas exigencias

 

Debilitado el llamado Acuerdo de Barbados, que prometía elecciones sin restricciones de candidatos, el Gobierno de Nicolás Maduro enfrenta una etapa compleja, que preanuncia sanciones estadounidenses, muy probablemente seguidas por la UE, y una nueva fase intramuros, con el antichavismo abroquelado

La ratificación de la inhabilitación a la candidata de la oposición a la presidencia de Venezuela, María Corina Machado, puso al Gobierno de Nicolás Maduro en la obligación de soportar presiones internas y externas, que se pronostican in crescendo, para que garantice elecciones libres y transparentes, mientras al antichavismo le toca asegurar aún así su unidad y, eventualmente, empezar a analizar la chance de un postulante alternativo.

Cuando el llamado Acuerdo de Barbados entre el Ejecutivo y la oposición, que prometía elecciones sin restricciones de candidatos, parece letra muerta, el Gobierno encara una etapa compleja: Washington ya anunció la vuelta de sanciones que, muy probablemente, replique la Unión Europea, y se abre una nueva fase hacia adentro del país, con el antichavismo abroquelado.

Para la Plataforma Unitaria, la alianza que reúne a casi toda la oposición, el desafío no es menor, porque debe ir a comicios en los que no tiene las garantías de transparencia que reclama, mantener su unidad y, muy probablemente, buscar un candidato nuevo si fracasa la intención de lograr que Machado, por lejos su carta más fuerte, pueda pelear la jefatura del Estado.

"El Gobierno va a hacer todo lo posible para no habilitar a Machado. Pero eso no va a depender de lo que quiera, sino de lo que pueda. Si siente que tiene costo y se puede complicar interna y externamente, lo va a repensar. El Gobierno tendrá que sacar cuentas", evaluó el director del Centro de Estudios Políticos de la caraqueña Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Benigno Alarcón.

En declaraciones a Télam, el analista vaticinó que "si la oposición no puede hacer algo contundente, entonces la inhabilitación seguirá", aunque "la presión externa hará su parte, con la diplomacia y con sanciones", frente a un Ejecutivo al que la movida "le salió muy costosa y ya no tiene flujo de caja".

Gobierno y oposición habían sellado un acuerdo en octubre para tener elecciones en el segundo semestre, con verificación internacional y libertad para cada fuerza para elegir a su postulante, pero la frase fue lo suficientemente ambigua como para que el oficialismo ahora explique que la inhabilitación a Machado le es ajena, pese a lo notorio que es el control de los resortes judiciales por parte del Ejecutivo.

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