Un libro rescata la palabra viva de Norberto Galasso

El periodista Diego Eloy Ramírez reunió fragmentos de sus conversaciones con el historiador revisionista a lo largo de más de 15 años. En ellas el autor de "Los malditos" recuerda su infancia, la evolución de su pensamiento y su relación con Arturo Jauretche, Juan Domingo Perón y Leonardo Favio

En su extensa trayectoria Norberto Galasso escribió más de cien libros de historia y pensamiento político, que revisan el acontecer nacional desde la Revolución de Mayo a la actualidad, poniendo el foco en figuras como José de San Martín, Raúl Scalabrini Ortiz, Juan José Hernández Arregui, Manuel Ugarte, Arturo Jauretche, Juan Domingo Perón. Eva Perón. John William Cook e Hipólito Yrigoyen.

Pero en “El último maldito”, editado por Imprex Ediciones, está su palabra viva, en conversaciones con el periodista Diego Eloy Ramírez, en las que recorre su biografía, su relación con figuras como Arturo Jauretche, Leonardo Favio y Hebe de Bonafini y los alcances de su pensamiento nacional.

“En esta serie de reportajes asoma en su plenitud la naturaleza del maestro Galasso: humildad, tenacidad, coherencia ideológica, una sólida formación intelectual y un compromiso militante con la patria y con el pueblo”, analiza Maximiliano Molocznik en la contratapa.

En tanto que el prólogo firmado por el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, apunta que el trabajo “asume el registro de la verdadera epopeya que fue y es la batalladora vida de Galasso de erigir una Nación digna de su Argentina”.

Diego Eloy Ramírez en Licenciado en Periodismo de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora  y ejerce la docencia terciaria y universitaria.

 Formó parte del equipo de la revista “Hecho maldito”. Fue guionista del informe radial “Un país, múltiples voces”, distinguido con un premio de la Defensoría del Público.

El autor conversó con Télam sobre su interés en rescatar el pensamiento vivo del historiador revisionista en un libro enfocado en las jóvenes generaciones.

-Diego, ¿por qué hacer un libro sobre Norberto Galasso? ¿Cuál es la importancia de su figura?

-Objetivamente Norberto Galasso es uno de los historiadores más importantes del siglo XX y el más importante de lo que va del siglo XXI en la Argentina.

Tiene la particularidad de que sus investigaciones son tan rigurosas que incluso a los que están en las antípodas de su pensamiento, les cuesta encontrar algo para criticar.

Tiene más de 60 libros escritos solo y otros 60 en colaboración. Rescató del olvido a figuras como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortíz y Juan José Hernández Arregui a quienes llamó los “malditos” de la historia oficial  ya que estaban ocultos, olvidados.

Pero además es un ejemplo de vida. Norberto nos enseñó que la historia y los hechos pasados tienen que servir para comprender el presente y, básicamente, para poder construir futuro, si no la historia no sirve.

-Pero Galasso ha escrito unos 100 libros, ¿por qué sumar uno para rescatar sus conversaciones?

-El historiador Juan Carlos Navarro, a quien le dedico el libro, fue coautor de “Los malditos” junto a Galasso y había empezado a escribir una biografía de Norberto.

Después la dejó y surgió la idea de que yo la retomase ya que Galasso es muy humilde y no habla de sí mismo en sus libros y hay cosas de él que no están en su memorias políticas.

Decidí que no podía hacer una biografía pero que le iba a dar la oportunidad a los lectores de participar de una de las conversaciones con Norberto que yo suelo tener, como un modo de compartir con ellos esa experiencia.

Esto es el resumen desde que lo conozco hasta el día de hoy. Por supuesto tiene cosas de la actualidad, pero hay cosas que charlamos hace 15 años.

-¿Para hacer el libro lo entrevistaste muchas veces?

-Lo entrevisté primero como militante, un día que le fui a tocar el timbre a la casa. Después como estudiante de Periodismo y más tarde como periodista profesional.

Entablamos una relación y las charlas formales e informales se fueron sucediendo. entonces surgió la idea de hacer un libro con ese material.

Por supuesto que mi elección fue absolutamente subjetiva pero busqué abarcar su vida personal y algunos aspectos relacionados con su obra y su pensamiento.

-No te planteaste hacer una biografía, entonces ¿qué aspectos de la vida de Galasso enfocás en tus diálogos con él?

-Busco aquellos episodios que puedan ser importantes. Por ejemplo, algo que considero que es un aporte del libro: los jóvenes consideran que este tipo de personas tan sabias como Norberto nacieron iluminados, que nacieron entendiendo todo y él mismo cuenta que no es así.

Fue criado en una familia de clase media porteña de las décadas del 30 y el 40. No eran gorilas pero tampoco de izquierda.

Tenían ideas sarmientinas. Así que él mismo cuenta cómo fue su evolución, el proceso de entendimiento de la cuestión nacional.

-¿Cómo definirías el pensamiento de Galasso? ¿es revisionista?

-Le da una vuelta de tuerca al revisionismo histórico. José María Rosa, por ejemplo, lo centra en la figura de Juan Manuel de Rosas.

Pero Galasso es crítico de Rosas y revindica las puebladas del interior de la Argentina como los verdaderos federales.

Entonces tiene una mirada crítica del revisionismo y más crítica aún del mitrismo. Él habla de siete corrientes historiográficas en la Argentina.

Él se incluye en la corriente Socilista, federal- provinciana o latinoamericana a la que define como “la única expresión marxista que acompañó la irrupción del peronismo en la política argentina”.

-El título de tu libro dialoga con la colección “Los malditos” que hizo el mismo Galasso, ¿lo considerás un maldito, un excluído?

-”Maldito” es un término que utilizaba Jauretche para referirse a los que eran escondidos, ocultados por la historia oficial con el objetivo de que las mayorías populares no accedan a ese conocimiento. 

Les doy un ejemplo: durante la dictadura cívico-militar varias de las obras de Norberto fueron censuradas, pero yo me centro, además que esto sucedió en los períodos democráticos. se pasó de censura explícita a ocultamiento: la biografía que hizo Norberto sobre San Martín no tuvo una sola reseña en ningún medio de comunicación, ni siquiera negativa, porque la idea era invisibilizar.

Además el título tiene un doble sentido: por un lado que Norberto es el último de los grandes pensadores nacionales que quedan, pero además, es casi un deseo: que sea el último maldito, que no haya otros pensadores ocultados que se sumen a ese listado.

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