Las heridas provocadas por los proyectiles afectaron seriamente sus pulmones, su intestino y su hígado.

Según confirmó el Director del Hospital Escuela, José Romero, fueron en total cinco impactos de bala que también provocaron lesiones en sus brazos.

Ayer se cumplieron las 72 horas más críticas en la internación de Bárbara y en las que todas las evaluaciones médicas fueron sumamente cautelosas, ya que en las primeras horas la mujer no reaccionaba favorablemente a los tratamientos antibióticos agresivos que implementaron los facultativos.

Sigue con respiración asistida y en comafarmacológico. Desde el lunes, el cuerpo de la joven comenzó a dar señales positivas, pero aún no salió de la zona de riesgo.

La joven está estable. Ayer entró a quirófano para finalizar la cirugía de su abdomen y hoy le estarían bajando la sedación para así despertarla de a poco. 

Al parecer, los médicos habrían intentado extraer del pulmón comprometido, uno de los proyectiles, pero el intenso sangrado lo impidió. Por ahora la evolución es lenta.

Vale recordar que en el hecho en el cuál Bárbara resultó herida fue asesinado Alfredo Molina, otro efectivo de la fuerza provincial quien era hijo del Jefe de Policía. Por el hecho está detenido otro oficial de apellido Medina.