Nahia, la abuela de 104 años que será agasajada por todo un pueblo

Corría el año 1917 y un 6 de noviembre en la zona rural de San Luis del Palmar nacía Leonarda Cristaldo. Hoy con 104 años es la abuela más longeva de la ciudad y por ese motivo el 31 de mayo será agasajada por la comuna.

Con 7  hijos, 21 nietos, 31 bisnietos y 2 tataranietos  Leonarda tuvo que sufrir la pérdida de muchos seres queridos, entre ellos  a varios de sus hijos. Y, justamente, los que aún la acompañan viven repartidos: algunos en San Luis del Palmar y otros en Buenos Aires.

Cadena de Radios habló con Ana Barrios, nieta de la longeva abuelita sanluiseña. “Ella es patrimonio de San Luis del Palmar y para mi es un orgullo ser nieta de la abuela más longeva. Ella siempre recuerda su infancia, adolescencia y la crianza de sus hijos”, contó.

La abuela que nació en la 5° Sección del paraje Tres Islas es además la nieta de un condecorado soldado que participó de la guerra de la triple alianza. “A la familia llegó el comunicado que Francisco Cristaldo murió en la guerra, y cuando le estaban rezando la novena, se aparece en la casa”, contó la anécdota familiar.

La misma casa que aún está en pié y sobrevive a las inclemencias y el paso del tiempo en la zona rural de la localidad. Madera, tacuara y barro, chapa, teja y paja. La sencillez de saber que la vida es otra cosa.

Se peinan canas e historias en una mirada lejana que dibuja el horizonte y recuerda a un pasado tan distante como próximo. Tan ajeno como propio. Los animales, el arado, el sembrado y la letanía de una siesta caliente que quedó en el recuerdo, junto a una tormenta brava que aún rechifla en los oídos. Voces y recuerdos que irrumpen y cortan la monotonía del tiempo.

“A ella le gusta recordar cuando vivió en el campo. Yo con ella aprendí a moler el maíz en el mortero, a juntar la miel y a hacer el queso”, cuenta una bonaerense que asegura sentirse 100% correntina y en su discurso sin elles o erres marcadas ni arrastradas a lo correntino se siente la templanza de una hija del taraguí.

Caminando con la ayuda de un bastón, con arrugas y lunares que marcan el inefable paso del tiempo, mas en silencio pero con la mirada vivaz que aún marca presencia  a Leonarda la agasajarán este 31 de mayo en la plaza principal del pueblo porque se convirtió en la persona más longeva de la ciudad.

Y por si quedaran dudas de su fortaleza, cuenta siempre su secreto de su longevidad: té de eneldo, canela y un vasito de vino tinto.

 

Saúl Nocetti

Compartir esta nota: