El Padre Hernán González se hizo cargo de la Parroquia de Itá Ibaté

-Colaboración:El Muelle Digital-

Este domingo por la noche, con una Santa Misa en el templo de la parroquia Inmaculada Concepción concelebrada y presidida por el Fray José Adolfo Larregain obispo auxiliar de Corrientes, Padre Porfirio Ramírez párroco de la basílica de Itatí. El Padre Hernán González  se hizo cargo de la Parroquia de Itá Ibaté por el término de seis años. 

Con un templo colmado, con presencia del intendente Secundino Portela, vice Rolando Riveros, la titular de la comisaría local Cintya Ubeda, personal de la prefectura naval Argentina, demás autoridades locales, fieles locales, de la parroquia San Jerónimo donde estuvo a cargo en su primera etapa como sacerdote, de Mburucuya (en segundo término), parroquia San Roque González (donde estuvo por ultimo).

Minutos antes del comienzo de la Misa, en el recinto del templo histórico, el flamante párroco Hernán González realizó la profesión de fe delante del Monseñor Lerregain y prestó juramente de fidelidad, tomando posesión canónica de la parroquia.

Al comenzar la Misa, luego del saludo del Monseñor, el padre Porfirio Ramírez leyó el nombramiento del presbítero Hernán González como párroco de la parroquia Inmaculada Concepción de Itá Ibaté,  por el término de seis años. 

Terminada la lectura del nombramiento el obispo comenzó el rito penitencial o bien, utilizó el rito previsto en el Misal de bendición de agua y aspersión. Luego de la bendición del agua entregó el recipiente al flamante párroco Hernán González y este recorrió la nave del templo rociando a la asamblea.
 
Antes de la proclamación del evangelio el padre Hernán recibió del obispo el Evangelario o Leccionario.

Luego de la presentación de los done, el monseñor le hizo entrega de las crismeras.
 
Terminada la distribución de la comunión el obispo hizo entrega al nuevo párroco de la llave del Tabernáculo donde se reserva el Santísimo Sacramento 


Palabras del Padre Hernán González  

“Quisiera antes de agradecer al obispo, agradecer a dos hermanos que han pasado por esta comunidad, al padre Víctor anterior párroco que manda mucho saludos  los recuerda muy bien, a mi hermano Cristian, agradecerles a los dos, por su vida por todo lo que Dios tiene pensado para estos dos hermanos sacerdotes”.

“Gracias Monseñor por sus palabras. Mientras rezaba recordaba que alguna vez, un corazón confundido allá, cuando era adolescente, estaba perdido y Dios ya estaba haciendo el trabajo en mí de ir conquistándome y enamorándome”.

“Coincidimos con el Monseñor, era mi párroco, cuando yo vivía en Tartagal, en Salta, era adolescente iba a misa, de ahí nos empezamos a conocer”.

“Querida comunidad de Itá Ibaté, antes que todo, permiso para entrar en su vida para acompañarnos, para crecer esto inmenso que tenemos cada uno de nosotros como desafío que es conocer a Dios, permiso porque me sumo a su historia, permiso para que conozcamos a Dios juntos, no vengo a caminar solo, quiero que caminemos juntos. Lo que tanto nuestra iglesia necesita”.
“Así que permiso para acompañarnos y sobre todos, para enamorarnos de Dios”.
“Se van a encontrar con un cura muy simple. Si me tengo que definir a esta altura de mi vida, con 10 años de cura, muy poco, pero mucho recorrido, con más de la mitad de mi vida, viviendo muy frágilmente, con mucho miedo, con mucha dudas, pero que en la lectura del evangelio de hoy me dice Dios que no le tenga miedo. Se van a encontrar con una persona enamorada, profundamente enamorada de Dios que con sus limitadas y frágiles manos”.


“Pero tratar de que todos nos podamos enamorar de esto, el único amor tan sano, valioso y puro que existe, sobre todo un amor que salva”.

“Quiero agradecer a mis comunidades que están aquí, desde San Jerónimo. Desde que me inicié como seminarista a conocernos, a la parroquia de San Antonio de Padua de Mburucuyá. Gracias Por estar acá. La ultima que estuvimos hace poquito, parroquia San roque González. Gracias, mándele mis saludos enormes al gran sacerdote que tienen, que es el padre Saúl, que me enseño tanto, en este poquito tiempo que compartimos”.


“Gracias querida comunidad, recemos, crecemos y como decía este enorme texto del evangelio de hoy, como también el Monseñor nos decía solo la mirada en Jesús, es la única manera de caminar, de vivir, de salir adelante en todas las  tormentas, adversidades, cruces  que cada uno de nosotros vive”.

“Así que mi enorme disposición para todos ustedes”

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