Yao Cabrera fue condenado a cuatro años de prisión por los delitos de trata de personas y reducción a la servidumbre. Asimismo, la Justicia determinó que el youtuber uruguayo deberá pagarle a la víctima 6 millones de pesos en concepto de reparación integral.

“Es un hecho sin precedentes para toda la región”, sostuvo el mánager de medios Jorge Zonzini, quien denunció al influencer en octubre de 2020.

El influencer, cuyo nombre real es Marcos Ernesto Cabrera Rodríguez, fue condenado por el Juzgado Federal N° 3 en lo Criminal de San Martín, conformado por la jueza Nada Flores Vega y los jueces Daniel Gutierrez y Walter Venditti. En ese marco, fue sometido a debate oral y esta mañana lo condenaron a la pena de cuatro años de prisión, accesorias legales y costas.

La reacción de Yao Cabrera tras la condena

A través de su cuenta de Instagram, Yao Cabrera se mostró conforme con la decisión de la Justicia. “Hoy es mi día”, adelantó en una historia y agregó: “Familias, amigos, estoy libre y bien. Siempre bien. Al fin. Juicio finalizado”.

El youtuber negó estar detenido y, para demostrarlo, se mostró viendo televisión en vivo. "Yo estoy en casa, tranquilo nomás. Me voy a comer un asadito para festejar. No se preocupen, estamos activos. Que por ahí, digan lo que quieran, Yo los espero tranquilo en casa”, completó. Sin embargo, Yao Cabrera quedará libre hasta que el fallo de la Justicia quede firme.

Yao Cabrera: bromas pesadas, simulacro de secuestro y una frustrada pelea con el Chino Maidana

Marcos Ernesto Cabrera Rodríguez, nació el 18 de febrero de 1997 en Montevideo, Uruguay. En 2022, cuando ya había trasladado su centro de actividad de YouTube a Instagram, debió suspender una pelea de exhibición en Dubai contra Marcos "Chino" Maidana.

Por entonces, a Cabrera se le había prohibido salir del país y se quejó vía redes sociales por quedar inhabilitado para el evento.

"Ya hace tres años que la justicia argentina no me permite salir de este país, ¿hasta cuándo será?", cuestiona Yao en un descargo que compartió por Instagram.

"Ahora tengo más de 10 influencers esperándome, esta organización del evento fue malísima, no pude viajar. Yo invertí más de 2.500 euros por cada uno de los diez influencers que nos están esperando allá, lo mismo hizo el Chino Maidana, hay más de 50 personas esperándonos allá", reveló y hasta analizó mudar la pelea a Buenos Aires.

Yao, así apodado por su padre por el fanatismo del youtuber por los dibujos de animé del guerrero Shaolín, se instaló definitivamente en Argentina a los 18 años. Según le contó al diario El País de Montevideo, su infancia no fue fácil. Con sus papás separados desde que tenía un año, su hermano se fue a vivir con su mamá y él se fue con su papá, se instalaron en la localidad de El Pinar y en más de una ocasión tuvo que ir con su papá a las ollas populares por un plato de comida.

"Supe que era pobre el día que invité a un amigo a casa y me preguntó si de verdad yo vivía ahí", contó.

Fue tarjetero de un boliche, probó suerte en las inferiores de un club de fútbol y fue coordinador de viajes de egresados.

Bromas pesadas, un simulacro de secuestro e innumerables interacciones con sus seguidores le valieron el crecimiento en la cantidad de fans, lo que lo llevó a convertirse en influencer.

Además de los 21 millones de seguidores de Instagram, tiene 6,6 millones de suscriptores en YouTube, su primera plataforma de actividad. Allí se pueden ver sus videos, algunos de más de cinco años de antigüedad, los que hizo con su equipo "Viral/WiFi Team" y hasta algunos temas con los que probó suerte en la música.

Sin embargo, en 2023, tras recuperarse de una caída desde un tercer piso que puso su vida en jaque, le dio un giro rotundo a su vida y se dedicó a la reparación de aires acondicionados, tarea que aprendió mirando tutoriales durante la pandemia del Covid-19. Así lo explicó en sus redes sociales, donde nunca dejó de promocionar su hipermediática y polémica vida.